El destacado pianista Michael Wollny de Alemania y
TamarHalpernin, una de las mejores intérpretes del clavecín en el mundo, fueron
el aporte de Alemania al reciente festival de Jazz europeo realizado la semana
pasada en Santiago.
Los músicos invitan al público a sumarse a una travesía de sonidos que
atraviesa distintas épocas de la historia de la música, unidas a través del
carisma y el talento de estos dos grandes intérpretes de la música
mundial.
El pianista Michael Wollny, ha colaborado con muchísimos
artistas de fama internacional, impresionando al público en cada una de sus
presentaciones gracias a su gran innovación y creatividad al momento de
improvisar. TamarHalperin, por su parte, es una de las más famosas intérpretes
del clavecín, egresada de la “JulliardSchool of Music” de Nueva York y
conocedora en profundidad de las obras clásica s de este noble instrumento que
antecedió al piano y en el cual Bach compusiera sus obras más significativas.
El año 2010 fueron ganadores del premio alemán de música
ECHO a “El mejor álbum de piano”,
con un original proyecto-álbum titulado “Wunderkammer”, una
ingeniosa propuesta musical que integra
música clásica barroca, jazz, música minimalista, pop y avantgarde en la
combinación perfecta y acústica de piano, clavecín, celesta, armonio y
glockenspiel.
Conversamos con MichaelWollny y TamarHalerin sobre su propuesta
del “Wunderkammer”, su particular forma de abordar los estudios académicos y su
pensar musical subyacente.
Sobre el cruce entre el clavecín y el piano y de este con el
jazz. Es algo muy novedoso. ¿Son ustedes los primeros de la música académica en
relacionar ambos instrumentos?
TamarHalperin: No creo que seamos los primeros, pero sí uno
de los pocos. En la música clásica, podemos mencionar al hijo de Bach, Carl
Philipp Bach, y en la música contemporánea, a ElliotCarter; ambos escribieron
música donde se cruzan el piano y el clavecín, pero no es muy frecuente. En la
música popular, en cambio, hay varias canciones de The Beatles que lo incluyen
(“In myLife”, “Piggies”, “Fixin a hole”).
MichaelWollny: El clavecín tiene un rol importante en la
música de películas, en especial en las películas de terror y en el cine
italiano de los años ´70 y ´80 con autores como RomanPolanski o compositores como John Carpenter que incluyen
instrumentos como el clavecín, la celecta y percusiones. Lo que de algún modo
fue una inspiración.
¿Cómo fue la reacción de sus colegas de la escuela
tradicional al incorporar el clavecín al mundo del jazz?
TamarHalperin: No sé exactamente lo que piensan todos, pero
entre mis amistades hubo mucha curiosidad y entusiasmo y los músicos clásicos
se mostraron impresionados al punto de decir “cómo no se nos ocurrió antes”,
porque suenan perfectamente juntos. Aún así, es importante decir que la mayoría
de las cosas que hacemos no vienen netamente del jazz, pero Michael es un
pianista de jazz, y la mayoría de nuestros conciertos son en festivales de
jazz. Entonces depende del contexto. Nos hemos presentado en algunos conciertos
clásicos, homenajeando a Bach, pero la mayoría de nuestras presentaciones se
relacionan al jazz.
Michael Wollny: Se han hecho relaciones entre el clavecín y
el jazz, por ejemplo,existe el trabajodel pianista suizo George Grunstque grabó
“Jazz goestoBaroque” (“El jazz va al barroco”). Pero no estoyinteresado en que
Tamar toque líneas de jazz en el
clavecín al modo de “mímica”, sino que encuentre en el instrumento, algo que
sienta y le sea natural.
Tamar: Claro, yo no toco el clavecín como si fuese un piano,
tampoco pretendo tocarlo como si fueres un músico de jazz. Lo toco,
manteniéndome fiel a mi idioma y al repertorio propio del clavecín, lo abordo
desde ese punto de vista y no tanto desde la visión del jazz.
Michael: El clavecín
en la música barroca, al ser muy percutido, cumple el rol de la base
rítmica (bajo continuo). Las cualidades
del stacatto, de alguna manera llevan el swing, el ritmo.
Tamar: Algunas veces me siento tocando “drum´nbass”, porque
algunas veces mantengo un patrón y el ritmo en una mano y con la otra voy
haciendo variacionesmelódicas encima.
En el año 2010 su álbum “Wunderkammer” recibió el premio
alemán de música ECHO en la categoría “El mejor álbum de piano”. ¿Cuál es la
idea que hay detrás de ese proyecto? ¿Qué significa Wunderkammer?
Michael: Wunderkammer es una idea que sacamos de esas
muestras de museo del siglo XIX que
realizaban los nobles para mostrar sus
objetos de colección a modo de “curiosidades” provenientes de todo el mundo:
minerales, mapas de otros países, obras de arte, vasijas, utensilios, objetos
diversos, para hacer conexión con otros lugares y culturas, reunidos todos en
un salón para “abrir la mente” de los visitantes.
Tamar:“Wunderkammer” Es literalmente una “cámara de la
curiosidad”. Te sugiere una habitación con cosas extrañas dentro, cosas
hermosas, inusuales. No tiene nada que ver con la música, con la técnica, es
sólo la idea.
Michael: Pero si piensas en un museo ellos muestran objetos
específicos de alguna temática. Entonces, al idear nuestro proyecto, pensamos en una de estas habitaciones
(Wunderkammer) pero con instrumentos de teclado, desde los más antiguos, a los
más modernos y pusimos todo ello reunido en un estudio. Es una idea del siglo
XIX, del romanticismo, antes de la industrialización, la electricidad. Lo que
me gusta de este proyecto fue que lo grabamos en un estudio en forma acústica,
únicamente con los instrumentos (Piano, clavecín, celesta, armonio,
glockenspiel)
Tamar: Existen dos versiones del álbum “Wunderkammer”: el
original, grabado el año 2009, y una versión XXL que incluye arreglos con una Big
band para 15 músicosm grabado en vivo en un concierto en Frankfurt el año 2012.
Cuando nació el proyecto, Michael y yo pensamos en tener dos
productos como resultado, una versión en estudio y la otra realizada en vivo en
un concierto. El estudio, permite adecuar los instrumentos, grabar por pistas,
corregir por separado, manipularlos computacionalmente, prolongar los sonidos;
pero en el concierto debimos escoger arreglos específicos, hechos de una manera
especial, porque no podíamos “hacer trampa” a través de la computación.
Entonces, debí aprenderme las piezas dos veces, una para el estudio y la otra,
para el concierto, donde trabajamos bastante para hacer que la misma música
sonara en vivo a sólo veinte dedos.Entonces son dos energías distintas, pese a
que son las mismas piezas.
Michael: Nuestra propuesta musical en el escenario de unir
el clavecín con el piano es un tipo de reinterpretación de esas obras
originales (de estudio) que incluyen el piano, el clavecín, la celecta y el
armonio en una combinación que asemeja a una orquesta de teclados, pero que
incluye a sólo dos. Somos los primeros en grabar algo así.
El trabajo en estudio, hoy en día es un verdadero “Wunderkammer”,
son tantos los elementos disponibles, las posibilidades; cosas que parecen
imposibles de interpretar en la realidad pueden ser grabadas y manipuladas,
aunque artificialmente.La música pop trabaja así, puedes grabar muchas partes y
dejas la mejor y puedes repetirla las veces que quieras.
Tamar: El inventar una versión que funcione sobre el
escenario, nos ha hecho ser muy imaginativos para poder generar un sonido
óptimo.
¿Esa creatividad, tiene relación con la formación de cada
uno?
Tamar: Me doy cuenta que he estado estudiando académicamente
más de 14 años, obteniendo grados y esas cosas, pero el estudiar te prepara
para conocer la música académicamente, pero tocar la música en el escenario,
compartir con otros colegas, tocar la música de tus íconos, es otra escuela. El
leer sobre música te enseña mucho sobre la historia; puedes hablar de música,
puedes analizarla, pero no te enseña realmente a tocar la genialidad de la
música sobre el escenario. Entonces podría decir que mi real escuela musical empezó
justo al terminar mi grado académico.
Claro, allí comienza la otra escuela.
Tamar: Otra escuela. Y la música es un asunto práctico,
tienes que vivirla. Hablar sobre ella, escribirlaes interesante, pero hay algo
más. La real música tiene que pasar. Y si no tienes ningún grado, pero tocas y
conmueves a la gente, bueno, hiciste tu trabajo.
Michael: De hecho pienso que si te detienes a mirar la
música de una forma académica e intentas analizarla, especialmente en el jazz,
es algo peligroso. Es importante estudiar, pero al momento de tocar en el
escenario… porque el momento en que la música suena puedes tener una idea de lo
que es posible pero finalmente es algo que se le deja al corazón. Entonces
pienso que si eres un músico de improvisación debes saber y estudiar todo lo
que puedas acerca de la música pero debes mantener siempre en mente que eso no
es lo mismo que tocar realmente la música, ella viene sin intención. Algunas
ideas vienen desde algún lugar y pasan por tu cuerpo hasta el instrumento.
Algunas cosas pueden ser erróneas desde el punto de vista de las reglas y la
teoría, pero funcionan en el momento. Todos los tipos de teorías de la armonía,
lo que funciona y lo que no está permitido, se olvida en el escenario cuando
improvisas, debes escuchar lo que hay dentro de ti, e incluso lo “érroneo” puede volverse aún más
interesante y convertirse en melodía. Es importante estudiar, saber las reglas
y conocer lo válido como un respaldo al cual el corazón acude inconscientemente
y para tener mayor libertad consciente de las posibilidades sobre el escenario,
pero los mejores conciertos que he dado, han sido sin tener mucha memoria ni pensar
bien lo que estaba haciendo. Es algo que les he oído a mucho colegas y personas
a quienes admiro. A veces me preguntan,
“qué hiciste en tal parte” y mi respuesta es
“la verdad no lo sé”. Allí me doy cuenta que no todo está en tu mente,
no todo se calcula. Ayuda saber sobre música, pero eso no es la música.
Tamar: Ayer y hoy estuve pensando en cómo es tocar la música
de memoria e hice una comparación: la música es lenguaje, es como hablar,
tienes dos opciones con las cuales puedes establecer un diálogo: puedes hablar,
donde no lo preparas, sólo hablas; o puedes leer un texto con un contenido que
varía en las palabras según el idioma (forma), pero que se mantiene en
contenido y significado (fondo). Entonces, puedes olvidar las palabras, pero
aún así, si conoces el fondo, encuentras el modo de comunicar ese significado.
En el jazz y también en la música clásica, si realmente
sabes cómo funciona la música, incluso si olvidas alguna parte, puedes
encontrar la manera de comunicar ese significado;incluso si no has preparado lo
que quieres decir, encuentras la forma. Siempre puedes hablar. Si pienso en lo
que quiero decir, siempre puedo encontrar la manera de decirlo. Y la música es algo similar, puedes tener un
estado de ánimo que es algo abstracto, pero si tienes una idea de aquí a acá
(delimitada), puedes encontrar la forma de transmitirla y hacerla clara en su
significado para las personas.
Aún así ustedes dicen tener un respaldo, un fondo que les de
seguridad, algo que necesitan. A qué se
refieren con eso ¿Estudios académicos?
El lenguaje lo practicamos toda la vida, hay formas de
aprender de gramática, saber de vocabulario, nos manejamos con ello desde que
nacemos; hablamos y mantenemos una
conversación sin leer un texto. La música es más abstracta y la forma en que
los músicos clásicos aprenden de música es nota por nota, pero si conoces
realmente cómo funciona la armonía como fluyen las melodías, todo lo que sabes
puede ayudarte a encontrar la manera de realmente conversar con las personas a
través de la música.
Transcripción y traducción: Carolina Chacana
Agradecimientos especiales al Goethe Institute
Santiago por hacer posible esta entrevista.